Estrenamos una nueva sección que une tendencias de Internet con una selección de productos y planes escogidos en lo que supone un bazar cultural a mes vencido. Será una newsletter recurrente, de forma que iremos avanzando por los meses del año poniendo en común recomendaciones (mías y de editores invitados).
Con catorce años, durante las vacaciones estivales, jugaba con mi hermana a dirigir un telediario pop. Improvisaba una mesa en el comedor, dos sillas (una para mí, otra para la intérprete de signos) y proyectaba un PowerPoint en el televisor para traer actualidad a mi audiencia familiar. Al mismo tiempo, devoraba ese mundo fascinante al que accedía leyendo la extinta Círculo de Lectores, que era lo más semejante a un club de señoras cuya unión invisible pero férrea se avivaba con la entrega mensual de ese magazín. Creo en la prescripción y en el relato de los amigos; sin más dilación, todo lo mejor de enero 🪐
📦 El loop musical en cuatro claves
¿Qué ha sonado en mis cascos sin parar estas semanas?
🕊️ Eusexua, de FKA Twigs (2025). Un elepé ya aclamado desde antes de presentarse que anuncia a la cantante como fenómeno de Twitter/X. ¡Ojo! Ése fue el germen del éxito para Charli XCX con su BRAT (2024): amadrinar una nueva corriente de sentimiento, una forma de expresión social (más bien polémica y pro-toxicómana, pero capaz de aunar la atención de una generación dispersa). Eusexua evoca, según su autora, una trascendencia momentánea, un estado de ser que existe más allá de los límites del lenguaje y las emociones. Es la sensación de conectar con otra persona en un nivel profundo. Es un trabajo que dialoga bien con Bedtime Stories de Madonna (1994) y sitúa a FKA Twigs como la nueva promesa entre lo alternativo y lo mainstream. Ideal para ambientar una noche de intimidad o el preludio de una juerga.
🌈 Si abro los ojos no es real, de Amaia (2025). Niña prodigio. Mi admiración por ella ha ido in crescendo con los años porque ahora entiendo cuán arriesgado es gozar de su exposición mediática y plantear propuestas creativas que difícilmente sonarán en una lista generalista (Los 40 Principales), pero que se ganan el respeto de público y crítica debido a un componente autoral innegable. Tanto así que debutó en el 6º puesto global (!!!) de Spotify en su semana de lanzamiento.
Con Si abro lo ojos no es real, Amaia plantea una serie de temáticas cruzadas por lo mágico, lo onírico y un aura especial que ilumina lo cotidiano y lo dota de una belleza resignificada. El disco tiene atmósferas de epopeya medieval, de pop tontorrón y de raíces diversas, con unas letras que son sencillas pero emocionantes. Por favor, amigas emancipadas y madres con síndrome del nido vacío, escuchad el dúo de canciones M.A.P.S. y Auxiliar.
🌇 Hurry Up Tomorrow, de The Weeknd (2025). La última de las entregas en la trilogía que Abel Tesfaye inició con After Hours (2020) y prosiguió con Dawn FM (2022). Coherente con el sonido del resto de partes y con guiños a Michael Jackson y Giorgio Moroder, se desprenden colaboraciones con Anitta, Travis Scott, Florence + The Machine o Lana del Rey. Narra un viaje a los infiernos, pasando por el purgatorio y la resurrección, en el que metafórica y literalmente Abel mata al alter ego bajo el cual ha firmado toda su discografía hasta la fecha. El creador describe así su proceso de autorrechazo:
Como The Weeknd, ya he dicho todo lo que podía decir. Es un estado mental en el que ya no tengo ganas de estar. Tienes una identidad artística, pero luego está la competencia. Nadie puede hacer de The Weeknd mejor que yo, y yo no puedo llevarlo más lejos de lo que ya está. Ahora quiero saber qué hay después. Quiero saber cómo se ve el mañana.
🐦⬛ Raven, de Kelela (2023). Con reminiscencias a Solange, Kelela hace maravillas en su terreno, el R&B. No sé cómo poder describir lo elevado que me resulta este álbum, la armonía que contiene, la tesitura de la voz de su cantante. He leído que ella misma lo describe como la respiración que se exhala cuando uno se siente aliviado y en paz. Es desde ya uno de mis imprescindibles de este año.
📦 Dos lecturas a considerar
📍Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite. Para conmemorar el primer centenario de su nacimiento. Os remito a la reseña de mi amiga Alba Correa en Vogue España. Es un libro para los amantes epistolares que disfrutamos de esa intermitencia entre correos, cartas y notas. Se puede leer como si fueses tú mismo el que recibieras cada capítulo por separado, en días sueltos, porque es el relato a dos voces de dos amigas de la infancia que se reencuentran como adultas a través de las palabras que se envían.
Una sugerencia: probadlo; enviadle cartas a algún amigo. Es un ritual muy especial y os diría que hasta antisistema, en un mundo de inmediatez, por cuanto implica entrenar la paciencia y la tolerancia a la espera.
📍Desayuno en Tiffany’s, de Truman Capote. Mi primer Capote y qué Capote. Es un libro muy fino, escrito con una maestría que lo hace devorable en horas. La protagonista, Holly Godlightly, a quien todos ponemos rostro gracias a Audrey Hepburn, es una criatura escurridiza. Hace unas semanas, estuve disertando con E. sobre esa naturaleza escapista, rápida y magnética de los seres que están en todas partes sin poder ser apresados, que se cuelan y se deslizan, que se enroscan y se van. Le dije a E. que me recordaba a él.
📦 Destacados en redes
📍 El tweet que me intrigó. Dos de las historias más sonadas del cine del año pasado, Challengers (Luca Guadagnino) y Past Lives (Celine Song), en torno a relaciones sustentadas en tríos y combinaciones imposibles debido a las ambiciones de sus integrantes, están guionizadas por una pareja real. Celine Song y Justin Kuritzkes están casados desde el año 2016.
¿Son estas propuestas una versión contemporánea del dúo Lost In Translation (Sofia Coppola, 2003) y Her (Spike Jonze, 2014)? Y, más importante, ¿existirá en la vida real un tercer sujeto implicado? ¿Tendrá algo que decir al respecto?
📍 El podcast de interés. Sobre el auge de una extrema derecha aupada y organizada gracias a los medios de la élite de Silicon Valley y las implicaciones de que la primera potencia mundial (EE.UU.) esté cercada por magnates multimillonarios radicalizados. Todos los ojos en el Despacho Oval.
📦 El capricho asequible
Mi hermana y yo estuvimos haciendo unas compras en un supermercado de productos surcoreanos (Hualian en C/ Leganitos, 33). Éstas fueron nuestras primeras adquisiciones en lo que esperamos que se convierta en una tradición fraternal regular.
📍 Unas galletas con sabor a camarón: crujientes y más limpias de lo que esperábamos, con un deje final a mariscada o pan de gambas. No ensucian los dedos y pueden ser un aperitivo si lo sirves con humus.
📍Unos pastelillos de natillas Orion: esponjosos y tiernos, con su sabor original, pero poco destacables porque no nos sorprendieron mucho. Era lo que esperábamos de un bizcocho. Ideales para acompañar el desayuno.
📍Seis mochis de Taro: ¡mis favoritos! Tienen una textura muy particular, como un moflete. Son pastelitos dulces hechos de arroz con un relleno de crema de Taro (boniato japonés), pero no resultan pesados de digerir. En mi opinión, la guinda perfecta para el postre.
📦 Tras la pista de… Manel Dart
Apasionado de la fotografía, gracias a la cual ha firmado portada de Esquire MAX con Rodri; currado con VICIO, Nude Project o Nike; y cubierto mucha moda últimamente, Manel es ya un colega que vive (como yo) a pachas entre ciudades.
Me encanta la mirada urbana de su trabajo y la facultad que tiene para distinguir cierta belleza en las cosas raras. Es un buen scouter de la calle. Tiene pulso para encontrar nichos de otros creativos y, si algo me parece muy entretenido, es ver sus Stories en Instagram, donde recopila detalles de carteles y de objetos, entre lo kitsch y lo tardocapitalista. Chequead su portfolio.





